Las familias suelen tener dudas en cuanto a la evolución de su hijo con trisomía 21 con respecto al habla.
Hay debates sobre qué es lo que hay que hacer. La conclusión a lo que yo he llegado y al resultado que he tenido es que es el conjunto de distintas actuaciones y sobre todo, creencias.
¿Qué conviene para que un niño hable?
Cuando va siendo más mayor, le muestras cómo señalar, y luego, a señalar con el dedo. Desde tus brazos. No esperes. Eres quien muestra la vida, su entorno. ¡Tienes una gran suerte de compartir tanto!
Si dejas los sólidos hasta los tres años o le das todo triturado le acomodarás. La comida y la forma de alimentarse es el mejor masaje orofacial. El pecho es un alimento maravilloso y puedes compatibilizarlo con el inicio de sólidos.
Sugerencias que se pueden evitar
Estos son algunas ideas que pueden ayudar al proceso. Nunca olvidemos que cada niño es único y que la familia o profesionales han trasmitido ideas que hay que saber detectar, evaluar y corregir para llegar a un buen resultado.
Trabajamos de forma holística entendiendo a la familia como el principal eje y soporte desde donde se producen los aprendizajes.
Te esperamos si quieres consultarnos, tenemos experiencia y resultados.
Hay debates sobre qué es lo que hay que hacer. La conclusión a lo que yo he llegado y al resultado que he tenido es que es el conjunto de distintas actuaciones y sobre todo, creencias.
¿Qué conviene para que un niño hable?
- Háblale desde que nace. Cuando le llevas en tus brazos, con meses enséñale los cuadros de la casa, dile cómo se llama el cuadro. Yo tengo un cuadro de Gustav Klimt, el beso. A modo de ejemplo le dices, mira mi amor, el cuadro, este es. Y le señalas y te paras delante de él.
Cuando va siendo más mayor, le muestras cómo señalar, y luego, a señalar con el dedo. Desde tus brazos. No esperes. Eres quien muestra la vida, su entorno. ¡Tienes una gran suerte de compartir tanto!
- Sal cada día a pasear y cuéntale lo que ves. Proponle que señale las cosas de las que le hablas. Dónde hay flores? Mira, el autobús.
- Hay familias que cuando tienen sus hijos cuatro años o menos no emplean palabras como fonendoscopio o funambulista. Hazlo, pronúncialas con naturalidad, sin reírte por la dificultad o el miedo a parecer pedante. Le hará hablar como cualquier otro.
- Los niños deben emplear su boca masticando, desde seis meses con pequeñas migas de pan, trocitos de queso blanco. Es un ejercicio natural con la boca, su lengua y su mandíbula.
Si dejas los sólidos hasta los tres años o le das todo triturado le acomodarás. La comida y la forma de alimentarse es el mejor masaje orofacial. El pecho es un alimento maravilloso y puedes compatibilizarlo con el inicio de sólidos.
- Una vez que el niño haya iniciado comer en trocitos pequeños y aprender a masticar, más adelante, dale trozos de pan para que tire con su boca y fortalezca toda la zona.
- Usa cepillo dental desde chiquito y cuando puedas hazlo con uno electrónico.
- Cantad, mirar vídeos de grupos musicales que cantan y escenifican las canciones. Esto vídeos piden la interacción del niño y la imitación de movimientos que indica que van entendiendo un lenguaje acompañado de actuaciones descritas. Se animan a cantarlas porque les gustan.
- Corregir desde el ejemplo. Si el niño dice una palabra parecida pero no exactamente igual, repítela tú, deja de decir: así no se dice, se dice así. Has dicho casa, muy bien. Aunque el haya dicho “asa” y se haya comido una letra. Ya te ha oído, la puedes repetir casa, eso es, casa.
- Siempre valorar los intentos y optimizar que es mayor y habla mucho mejor.
- Invítale a ponerse en el teléfono y a hablar con algún familiar, ayuda mientras se produce la conversación para ir apoyando esos pasos.
- Muéstrale los coches en un paseo. Tienes un material muy valioso como las matrículas para reconocer números, letras, marcas del coche. Pronunciará poco a poco lo que le enseñas porque vas jugando.
Sugerencias que se pueden evitar
- Tener ideas en las que pensemos que el niño no va a poder hablar. Los falsos mitos se han postergado a lo largo del tiempo aumentando miedos que al final se consolidan inconscientemente.
- Lenguaje de signos, si damos un soporte a través de signos, se acomodan y no hablan.
- Hablar al niño como si fuera más pequeño, háblale claro sin formas artificiales.
- Fraccionar las palabras, caaaaaa sa Nadie dice “llegué a caaaaaa sa” y este tipo de pronunciaciones hace que los niños alarguen sus expresiones rompiendo la estructura natural de la palabra.
- Un niño que se siente terapeutizado actúa desde su falta y autoconcepto. A menudo nos olvidamos del niño y realizar gestiones que restan normalidad al proceso, es poco aconsejable.
- Deja de comparar con otros niños, cada uno lleva su proceso. El canon no lo marca tener cuarenta y seis cromosomas, no son un marco referencial, son más abundantes y asumidos. Todos los niños tienen cabida porque todos los niño tienen capacidad de aprender.
Estos son algunas ideas que pueden ayudar al proceso. Nunca olvidemos que cada niño es único y que la familia o profesionales han trasmitido ideas que hay que saber detectar, evaluar y corregir para llegar a un buen resultado.
Trabajamos de forma holística entendiendo a la familia como el principal eje y soporte desde donde se producen los aprendizajes.
Te esperamos si quieres consultarnos, tenemos experiencia y resultados.