Este artículo quiere ser un agradecimiento a todas las madres que tienen hijos con síndrome de Down. Agradecimiento por su amor, empeño, voluntad, perseverancia, y un larguísimo etcétera en la educación y crianza de vuestros hijos.
- Siempre estáis ahí: robustas, sin fisuras, alegres, vigilantes, cariñosas. Las noches sin dormir, el miedo a los prejuicios, las dudas, cuándo andará, la escolarización, los amigos… y finalmente la luz. Ante todo vuestro hijo: su presente y su futuro, su bienestar. Siempre estáis ahí. Mi admiración por vosotras.
- En mi caso lo quiero concretar en Paz. Gracias a ella Violeta es lo que es, una niña como cualquier otra: alegre, inteligente, buena, traviesa, cabezota…
- Gracias a ti, Paz, mi amor, por defender a Violeta en el colegio para conseguir que no la estigmaticen y sea aceptada como cualquiera de sus compañeros. Gracias por enseñarla tantas cosas de la vida que le hacen una niña con conocimientos diversos y enriquecedores que le dan un amplísimo bagaje cultural.
- Gracias por leer, escribir, estudiar y buscar continuamente información sobre el síndrome de Down, le ha dado más posibilidades a Violeta.
- Gracias por transmitirle todos los días esos valores que le hacen y harán un ser con personalidad y claridad de convicción.
- Gracias por verla siempre capaz, haciéndola una persona totalmente independiente y autónoma.
- Gracias por el trabajo, la voluntad y la alegría de todos los días y de todos los años, haces que Violeta tenga un futuro con todas las expectativas y capacidades.
- Gracias a todas las madres por el amor, tiempo y perseverancia en vuestros hijos. Os admiro profundamente. Y finalmente gracias a ti, Paz, por ser la madre de mi hija. Sin ti nada de todo esto hubiera sido igual.