Muchos padres tenéis inquietud sobre cómo, de qué forma y qué significan dictámenes, adaptaciones curriculares: significativas o no significativas, consecuencias de hacer un dictamen y ser un niño de necesidades educativas especiales, derechos legales en la escuela y un largo etcétera que vamos abordando en nuestras sesiones.
Hoy os traemos un artículo de María José Gómez Corell.
La práctica educativa que esta profesional de la orientación lleva a cabo con tanta sensibilidad, nos hace ver que el camino hacia la inclusión es un hecho. Queremos una sociedad más justa, más igualitaria y no pedimos nada extraordinario porque desde el principio de equidad sabemos que a cada alumno hay que ofrecerle la educación, en el aula, de forma que se produzca el aprendizaje. Estamos de enhorabuena porque hay profesionales como María José que nos recuerdan cada día que estamos en el camino. Aquí está su experiencia y la cita que hace de Luz en la Finestra, orgullosos de contribuir al cambio.
Reflexiones sobre orientación educativa
Hace poco tiempo tuve que realizar el informe psicopedagógico de un niño de poco más de dos años, que se escolarizará en septiembre en educación infantil por primera vez. Es uno de los niños más simpáticos y sociables que he conocido; con una capacidad de aprendizaje y una curiosidad por aprender inmensas, con unas ganas de trabajar y realizar las actividades que se le proponen admirable, con un gran empeño por imitar lo que se le pide… como decimos por aquí un “bonico”. Me dejó enamorada.
Pues a este niño tuve que hacerle un dictamen de escolarización para que se le proporcionaran los apoyos que necesita para estar en igualdad de oportunidades al resto de niños y niñas que se escolarizarán donde las familias decidan y, una vez en la escuela, se les empezará a conocer.
Tras colegiar el dictamen de escolarización, el colectivo de compañeros y compañeras apoyaron mi decisión: aula ordinaria en centro ordinario, con los recursos que necesita.
Pues bien, posteriormente se me pidió que cambiase el informe y que añadiese que el niño tenía Retraso Mental Moderado, porque si no lo ponía, el niño “no generaba los recursos que le solicitaba”. La otra opción era quitarle los recursos (para que se ajustara a la legislación vigente).
Me negué a realizar este cambio. Y el informe quedó en un callejón sin salida, ya que ninguna de las dos opciones me parecía adecuada.
Me puse en contacto con la dirección territorial a través de un correo electrónico en el que básicamente relataba el caso y daba mi parecer: “Creo firmemente que lo que debemos hacer es procurarle el máximo desarrollo a todos los niveles, teniendo las máximas expectativas, proporcionándole los recursos necesarios para que esté en igualdad de oportunidades y sea tratado con equidad. El hecho de ponerle esta etiqueta (Retraso Mental), sólo puede determinar que se tengan unas expectativas a la baja respecto al niño. La familia está muy angustiada con esta situación. Pienso que, con buena voluntad, se puede salir de este callejón sin salida, ya que el centro en el que la familia quiere escolarizar a su hijo ya dispone de todos los recursos solicitados”.
Además envié otro correo a todos los miembros del equipo psicopedagógico que os adjunto a continuación:
En los últimos años ha habido muchos cambios que afectan a nuestro trabajo como orientadores y orientadoras.
Hoy día no se habla de (dis)capacidad sino de diversidad funcional. Estamos en un momento en el que internacionalmente hay un movimiento importante hacia la inclusión, inclusión educativa y social.
Se ha cambiado el modelo desde la discapacidad como algo entendido como individual y personal (modelo médico) a un modelo social, donde la discapacidad se genera en la relación, la (dis)capacidad es entendida como resultado de la interacción, no como algo de lo que es portadora la persona. Al mismo tiempo que se han promulgado leyes que como orientadores y trabajadores de la enseñanza debemos conocer, ya que estamos vulnerando los derechos de algunas personas que además son menores. Como por ejemplo, entre otras, la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España en 2008. (BOE-A-2008-6963 de 21 de abril de 2008)
En esta misma línea, el concepto de Retraso Mental está totalmente obsoleto. No podemos seguir etiquetando a los niños/as con estos y otros términos que condicionan las expectativas a la baja sobre este alumnado.
Creo firmemente que debemos procurar y posibilitar el máximo desarrollo y esperar lo máximo de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Hoy en día las personas con Síndrome de Down, pero también personas con otro tipo de “etiquetas” están demostrando que los profesionales estamos equivocados. Debemos propiciar que tengan todas las oportunidades tratándolos con equidad y sin que les prefijemos un techo.
Mirad a Violeta: https://www.youtube.com/watch?utm_campaign=buffer&v=Ayvv5XfNbRI&utm_source=facebook
"El síndrome de Down es una condición, una característica como tener los ojos verdes, no es una enfermedad. Los paradigmas médicos han versado hablando de los inconvenientes en su proceso tanto cognitivo como motor, pero lejos del fatalismo hay niños muy capaces, como cualquier otro.
Violeta, con sus seis años, nos ayuda a (…) abrir las puertas a la posibilidad. Violeta ha caminado con quince meses, fue sin pañal desde los dos años y lo pedía con dieciocho meses. Con tres años y medio deja el pañal nocturno pues se levanta sola al baño y a beber agua.
Con dos conocía y distinguía entre distintas plantas: adelfas, rosal, pruno, pino o mimosa. Con esa edad aprendió las marcas de los coches, e igualmente, con las matrículas los números y letras. Con tres aprendió expresiones en inglés, colores y animales. Con cuatro sabía la fecha de su cumpleaños, la calle y número donde vivía. Empezó a leer antes de los tres años. Está matriculada en un colegio ordinario, como cualquier niño de desarrollo típico, en la clase que le corresponde a su edad. Y además participa de actividades deportivas y musicales ordinarias…" Y un largo etc. (Información extraída de la Asociación Luz en la Finestra).
Si no empezamos a cambiar nosotros como orientadores estamos siendo auténticos obstáculos a la inclusión, tenemos que cambiar nuestras concepciones y sobre todo nuestras prácticas. No podemos seguir haciendo lo mismo, haciendo como que no pasa nada. Porque nuestras prácticas están obsoletas. Y si no lo cambiamos y no nos concienciamos y actuamos acorde a ello, estamos haciendo mucho daño a muchos niños y niñas y a sus familias y estamos siendo los obstáculos a la inclusión de que habla este artículo:
http://ambitsdepsicopedagogiaiorientacio.cat/es/obstaculos-a-la-inclusion-cuestionando-concepciones-y-practicas-sobre-la-evaluacion-psicopedagogica/
Es cierto que tenemos una legislación educativa (también obsoleta, e incluso contraria a otra legislación de rango superior) que dirige nuestro trabajo pero podemos interpretarla y aplicarla de muchas formas. En todo caso, si la aplicamos sin “rechistar”, de manera obediente, haciendo las cosas de la forma que siempre se han hecho, estamos dando a entender que no pasa nada y que estamos de acuerdo con esa legislación.
Creo que como profesionales debemos ser críticos, cuestionar los mandatos, las directrices y las tareas que se nos demandan para poder avanzar y transformar la realidad y tratar de equilibrar las desigualdades que encontramos en las escuelas. La realidad se impone.
Documental "Yo soy uno más. Notas a contratiempo": un documental sobre la lucha por los derechos educativos. Rafael Calderón es una persona. Una persona más, a pesar de que nos empeñemos en resaltar que tiene síndrome de Down...
https://www.youtube.com/watch?v=9QP6aTdkbK4
La educación inclusiva no son sólo palabras bonitas, o la escusa para hacer cursos, seminarios, congresos, escribir libros, o para cambiar un lenguaje por otro, o para cambiar unas palabras por otras y que las prácticas sigan siendo las mismas.
Si no hacemos algo, esto no sirve absolutamente para nada y hay que empezar por uno mismo, por (re)mirarnos la visión que tenemos y, a partir de ahí, ir cambiando.
Entrevista a Gerardo Echeita Sarrionandia e Ignacio Calderón Almendros con motivo del I Congreso de Orientación para una Sociedad Inclusiva (Barcelona, 2014):
https://www.youtube.com/watch?v=T2sRjVrZook&list=PLBfbwsrhUfe1xsmPOfs0haCKeQVSunSMf&index=2
Este cambio sólo se puede dar, como dice Nacho Calderón, desde un “profundo respeto al ser humano”. Se trata de “un gesto inicial de igualdad” Carlos Skliar.
Como dice Alejandro Calleja Lucas: Seguimos!!!
Mª José Gómez Corell
P.D.: Tras un par de semanas el informe se ha podido tramitar sin ponerle al niño esa etiqueta y con los recursos que necesita. Como en el caso de Gloria, no es la mejor de las soluciones pero es motivo de esperanza de que las cosas están cambiando.
Mi mensaje es para los compañeros y compañeras que realizan las funciones de orientación educativa: debemos tomar las decisiones que consideramos adecuadas y justas. No nos dejemos vencer por las presiones a las que nos someten. Acostarse con la conciencia tranquila no tiene precio.
Gracias a Nacho Calderón Almendros , Alejandro Calleja Lucas , Paz Rodríguez del Rincón (tomé un pedacito de Luz en la Finestra), Paula Verde Francisco con Mi mirada te hace grande, Carmen Saavedra desde Cappaces, Belén Jurado con sus aportaciones desde La Habitación de Lucía y tantas otras familias por ayudarme a cambiar mi visión y mi perspectiva y gracias por contribuir a construir una sociedad más inclusiva, más justa y más humana.
GRACIAS.
Gracias también y especialmente a mi amiga y compañera de fatigas Ana Angulo, sin cuyo apoyo todo este proceso hubiese sido mucho más difícil.
Te podemos ayudar en la educación de tu hijo. Si quieres saber más, clicka en el botón.
Hoy os traemos un artículo de María José Gómez Corell.
La práctica educativa que esta profesional de la orientación lleva a cabo con tanta sensibilidad, nos hace ver que el camino hacia la inclusión es un hecho. Queremos una sociedad más justa, más igualitaria y no pedimos nada extraordinario porque desde el principio de equidad sabemos que a cada alumno hay que ofrecerle la educación, en el aula, de forma que se produzca el aprendizaje. Estamos de enhorabuena porque hay profesionales como María José que nos recuerdan cada día que estamos en el camino. Aquí está su experiencia y la cita que hace de Luz en la Finestra, orgullosos de contribuir al cambio.
Reflexiones sobre orientación educativa
Hace poco tiempo tuve que realizar el informe psicopedagógico de un niño de poco más de dos años, que se escolarizará en septiembre en educación infantil por primera vez. Es uno de los niños más simpáticos y sociables que he conocido; con una capacidad de aprendizaje y una curiosidad por aprender inmensas, con unas ganas de trabajar y realizar las actividades que se le proponen admirable, con un gran empeño por imitar lo que se le pide… como decimos por aquí un “bonico”. Me dejó enamorada.
Pues a este niño tuve que hacerle un dictamen de escolarización para que se le proporcionaran los apoyos que necesita para estar en igualdad de oportunidades al resto de niños y niñas que se escolarizarán donde las familias decidan y, una vez en la escuela, se les empezará a conocer.
Tras colegiar el dictamen de escolarización, el colectivo de compañeros y compañeras apoyaron mi decisión: aula ordinaria en centro ordinario, con los recursos que necesita.
Pues bien, posteriormente se me pidió que cambiase el informe y que añadiese que el niño tenía Retraso Mental Moderado, porque si no lo ponía, el niño “no generaba los recursos que le solicitaba”. La otra opción era quitarle los recursos (para que se ajustara a la legislación vigente).
Me negué a realizar este cambio. Y el informe quedó en un callejón sin salida, ya que ninguna de las dos opciones me parecía adecuada.
Me puse en contacto con la dirección territorial a través de un correo electrónico en el que básicamente relataba el caso y daba mi parecer: “Creo firmemente que lo que debemos hacer es procurarle el máximo desarrollo a todos los niveles, teniendo las máximas expectativas, proporcionándole los recursos necesarios para que esté en igualdad de oportunidades y sea tratado con equidad. El hecho de ponerle esta etiqueta (Retraso Mental), sólo puede determinar que se tengan unas expectativas a la baja respecto al niño. La familia está muy angustiada con esta situación. Pienso que, con buena voluntad, se puede salir de este callejón sin salida, ya que el centro en el que la familia quiere escolarizar a su hijo ya dispone de todos los recursos solicitados”.
Además envié otro correo a todos los miembros del equipo psicopedagógico que os adjunto a continuación:
En los últimos años ha habido muchos cambios que afectan a nuestro trabajo como orientadores y orientadoras.
Hoy día no se habla de (dis)capacidad sino de diversidad funcional. Estamos en un momento en el que internacionalmente hay un movimiento importante hacia la inclusión, inclusión educativa y social.
Se ha cambiado el modelo desde la discapacidad como algo entendido como individual y personal (modelo médico) a un modelo social, donde la discapacidad se genera en la relación, la (dis)capacidad es entendida como resultado de la interacción, no como algo de lo que es portadora la persona. Al mismo tiempo que se han promulgado leyes que como orientadores y trabajadores de la enseñanza debemos conocer, ya que estamos vulnerando los derechos de algunas personas que además son menores. Como por ejemplo, entre otras, la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España en 2008. (BOE-A-2008-6963 de 21 de abril de 2008)
En esta misma línea, el concepto de Retraso Mental está totalmente obsoleto. No podemos seguir etiquetando a los niños/as con estos y otros términos que condicionan las expectativas a la baja sobre este alumnado.
Creo firmemente que debemos procurar y posibilitar el máximo desarrollo y esperar lo máximo de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Hoy en día las personas con Síndrome de Down, pero también personas con otro tipo de “etiquetas” están demostrando que los profesionales estamos equivocados. Debemos propiciar que tengan todas las oportunidades tratándolos con equidad y sin que les prefijemos un techo.
Mirad a Violeta: https://www.youtube.com/watch?utm_campaign=buffer&v=Ayvv5XfNbRI&utm_source=facebook
"El síndrome de Down es una condición, una característica como tener los ojos verdes, no es una enfermedad. Los paradigmas médicos han versado hablando de los inconvenientes en su proceso tanto cognitivo como motor, pero lejos del fatalismo hay niños muy capaces, como cualquier otro.
Violeta, con sus seis años, nos ayuda a (…) abrir las puertas a la posibilidad. Violeta ha caminado con quince meses, fue sin pañal desde los dos años y lo pedía con dieciocho meses. Con tres años y medio deja el pañal nocturno pues se levanta sola al baño y a beber agua.
Con dos conocía y distinguía entre distintas plantas: adelfas, rosal, pruno, pino o mimosa. Con esa edad aprendió las marcas de los coches, e igualmente, con las matrículas los números y letras. Con tres aprendió expresiones en inglés, colores y animales. Con cuatro sabía la fecha de su cumpleaños, la calle y número donde vivía. Empezó a leer antes de los tres años. Está matriculada en un colegio ordinario, como cualquier niño de desarrollo típico, en la clase que le corresponde a su edad. Y además participa de actividades deportivas y musicales ordinarias…" Y un largo etc. (Información extraída de la Asociación Luz en la Finestra).
Si no empezamos a cambiar nosotros como orientadores estamos siendo auténticos obstáculos a la inclusión, tenemos que cambiar nuestras concepciones y sobre todo nuestras prácticas. No podemos seguir haciendo lo mismo, haciendo como que no pasa nada. Porque nuestras prácticas están obsoletas. Y si no lo cambiamos y no nos concienciamos y actuamos acorde a ello, estamos haciendo mucho daño a muchos niños y niñas y a sus familias y estamos siendo los obstáculos a la inclusión de que habla este artículo:
http://ambitsdepsicopedagogiaiorientacio.cat/es/obstaculos-a-la-inclusion-cuestionando-concepciones-y-practicas-sobre-la-evaluacion-psicopedagogica/
Es cierto que tenemos una legislación educativa (también obsoleta, e incluso contraria a otra legislación de rango superior) que dirige nuestro trabajo pero podemos interpretarla y aplicarla de muchas formas. En todo caso, si la aplicamos sin “rechistar”, de manera obediente, haciendo las cosas de la forma que siempre se han hecho, estamos dando a entender que no pasa nada y que estamos de acuerdo con esa legislación.
Creo que como profesionales debemos ser críticos, cuestionar los mandatos, las directrices y las tareas que se nos demandan para poder avanzar y transformar la realidad y tratar de equilibrar las desigualdades que encontramos en las escuelas. La realidad se impone.
Documental "Yo soy uno más. Notas a contratiempo": un documental sobre la lucha por los derechos educativos. Rafael Calderón es una persona. Una persona más, a pesar de que nos empeñemos en resaltar que tiene síndrome de Down...
https://www.youtube.com/watch?v=9QP6aTdkbK4
La educación inclusiva no son sólo palabras bonitas, o la escusa para hacer cursos, seminarios, congresos, escribir libros, o para cambiar un lenguaje por otro, o para cambiar unas palabras por otras y que las prácticas sigan siendo las mismas.
Si no hacemos algo, esto no sirve absolutamente para nada y hay que empezar por uno mismo, por (re)mirarnos la visión que tenemos y, a partir de ahí, ir cambiando.
Entrevista a Gerardo Echeita Sarrionandia e Ignacio Calderón Almendros con motivo del I Congreso de Orientación para una Sociedad Inclusiva (Barcelona, 2014):
https://www.youtube.com/watch?v=T2sRjVrZook&list=PLBfbwsrhUfe1xsmPOfs0haCKeQVSunSMf&index=2
Este cambio sólo se puede dar, como dice Nacho Calderón, desde un “profundo respeto al ser humano”. Se trata de “un gesto inicial de igualdad” Carlos Skliar.
Como dice Alejandro Calleja Lucas: Seguimos!!!
Mª José Gómez Corell
P.D.: Tras un par de semanas el informe se ha podido tramitar sin ponerle al niño esa etiqueta y con los recursos que necesita. Como en el caso de Gloria, no es la mejor de las soluciones pero es motivo de esperanza de que las cosas están cambiando.
Mi mensaje es para los compañeros y compañeras que realizan las funciones de orientación educativa: debemos tomar las decisiones que consideramos adecuadas y justas. No nos dejemos vencer por las presiones a las que nos someten. Acostarse con la conciencia tranquila no tiene precio.
Gracias a Nacho Calderón Almendros , Alejandro Calleja Lucas , Paz Rodríguez del Rincón (tomé un pedacito de Luz en la Finestra), Paula Verde Francisco con Mi mirada te hace grande, Carmen Saavedra desde Cappaces, Belén Jurado con sus aportaciones desde La Habitación de Lucía y tantas otras familias por ayudarme a cambiar mi visión y mi perspectiva y gracias por contribuir a construir una sociedad más inclusiva, más justa y más humana.
GRACIAS.
Gracias también y especialmente a mi amiga y compañera de fatigas Ana Angulo, sin cuyo apoyo todo este proceso hubiese sido mucho más difícil.
Te podemos ayudar en la educación de tu hijo. Si quieres saber más, clicka en el botón.