
Cuando nació Violeta, la magnífica matrona de Rivas, Toñi, organizó un grupo de masajes infantiles. Las mamás íbamos con nuestros bebés y tuvimos una experiencia muy gratificante, que nos sigue durando hasta hoy. Los masajes son una de las cuestiones que tratamos con las familias que nos piden asesoramiento.
Beneficios de los masajes
¡Los masajes tienen muchísimos beneficios! Algunos de los principales son:
¿Por dónde empezar?
Lo primero es estar sentados, tal vez en el suelo, con una base cómoda para que el bebé no tenga frío y se pueda mover. Dejar anillos y pulseras, para no molestar al pequeño.
Recuerda dedicar el tiempo con auténtica presencia cuando el niño y la mamá o papá tengan ganas de compartir ese momento, sin prisas.
A continuación comenzamos el masaje siguiendo los siguientes pasos:
1 Colócate frente al bebé: ofrece sonrisas, miradas y palabras amables. Comienza con caricias en la cara, brazos, pecho, abdomen y piernas.
2 Céntrate en su cara y acaríciala. Toca con los pulgares desde el ceño hasta las sienes. Baja por los laterales de la nariz hasta la orejas. Acaricia las orejas muy suavemente. Pasa el dedo índice y corazón, abiertos, con sus labios entre medias.
3 Es bueno tratar las extremidades con ambas manos. En forma de “c” vamos girando con un movimiento desde la parte de la axila hasta la mano. En las piernas, desde la zona del pañal, con ambas manos en forma de “c”, girando hasta encontrarnos con el tobillo.
4 Los problemas intestinales son habituales en los bebés. Haz un movimiento encima de su ombligo y alrededor de él, en el sentido de las agujas del reloj. Usa un aceite sin parabenes, natural y sin perfume, ya que esto ayuda a realizar todos los movimientos con mayor suavidad.
5 Los pies son un mapa de todo nuestro cuerpo según la tradición oriental. Son especialmente delicados. Sostenlos entre las dos manos y acaricia observando las reacciones del pequeño. El estado de relajación que producen los masajes en los pies es muy notorio: les ayuda a descansar y a tener un sueño más conciliador.
6 Finalmente en la espalda puede recibir su masaje de caricias que le relajen pues es una zona que tiene mucho tiempo en contacto y precisa liberar.
Recuerda que todos los besos, la ternura y comunicación que le pongas harán la experiencia realmente completa para crear unión y afecto: los vínculos afectivos crean recuerdos y aumentan la sensación de protección.
¡Ánimo y a compartir en familia todos los días! :)
Si quieres saber más sobre nuestras sesiones de asesoramiento a familias, haz click a continuación
Beneficios de los masajes
¡Los masajes tienen muchísimos beneficios! Algunos de los principales son:
- Te permiten conectar con la parte sensitiva del peque, lo cual aumenta sus endorfinas, le relaja, le ayuda a percibir su cuerpo y a interrelacionarse con la persona que se le ofrece; si es mamá o papá, ¡una maravilla!, pues esto propicia lazos afectivos.
- Produce relajación y mejora el sueño. Al estar más relajado el bebé está también más dispuesto al reto de cada día para aprender cosas nuevas.
- Las molestias intestinales son muy habituales y dar un masaje en el sentido de las agujas del reloj contribuye a aliviar su barriga.
¿Por dónde empezar?
Lo primero es estar sentados, tal vez en el suelo, con una base cómoda para que el bebé no tenga frío y se pueda mover. Dejar anillos y pulseras, para no molestar al pequeño.
Recuerda dedicar el tiempo con auténtica presencia cuando el niño y la mamá o papá tengan ganas de compartir ese momento, sin prisas.
A continuación comenzamos el masaje siguiendo los siguientes pasos:
1 Colócate frente al bebé: ofrece sonrisas, miradas y palabras amables. Comienza con caricias en la cara, brazos, pecho, abdomen y piernas.
2 Céntrate en su cara y acaríciala. Toca con los pulgares desde el ceño hasta las sienes. Baja por los laterales de la nariz hasta la orejas. Acaricia las orejas muy suavemente. Pasa el dedo índice y corazón, abiertos, con sus labios entre medias.
3 Es bueno tratar las extremidades con ambas manos. En forma de “c” vamos girando con un movimiento desde la parte de la axila hasta la mano. En las piernas, desde la zona del pañal, con ambas manos en forma de “c”, girando hasta encontrarnos con el tobillo.
4 Los problemas intestinales son habituales en los bebés. Haz un movimiento encima de su ombligo y alrededor de él, en el sentido de las agujas del reloj. Usa un aceite sin parabenes, natural y sin perfume, ya que esto ayuda a realizar todos los movimientos con mayor suavidad.
5 Los pies son un mapa de todo nuestro cuerpo según la tradición oriental. Son especialmente delicados. Sostenlos entre las dos manos y acaricia observando las reacciones del pequeño. El estado de relajación que producen los masajes en los pies es muy notorio: les ayuda a descansar y a tener un sueño más conciliador.
6 Finalmente en la espalda puede recibir su masaje de caricias que le relajen pues es una zona que tiene mucho tiempo en contacto y precisa liberar.
Recuerda que todos los besos, la ternura y comunicación que le pongas harán la experiencia realmente completa para crear unión y afecto: los vínculos afectivos crean recuerdos y aumentan la sensación de protección.
¡Ánimo y a compartir en familia todos los días! :)
Si quieres saber más sobre nuestras sesiones de asesoramiento a familias, haz click a continuación