
Esta es una de las preguntas más habituales que los padres nos hacen en nuestras presentaciones y sesiones de ayuda a familias con niños con síndrome de Down. Y nuestra respuesta es siempre clara: ¡por supuesto que un niño con síndrome de Down puede aprender inglés! Inglés y cualquier otro idioma que quiera. Aprendiendo idiomas mejorará la atención y ampliará su capacidad para otros aprendizajes: si se ve capaz de aprender inglés, tendrá ganas de indagar en otras áreas, facilitará la atención en la pronunciación…
Hay distintos aspectos que intervienen en un proceso de aprendizaje y la confianza en el niño es el eje fundamental. Si se mira al niño con desánimo, sin esperar una respuesta positiva, difícilmente podrá aprender ni inglés, ni su propia lengua. La base de este aprendizaje se sustenta en comenzar como un juego, desde la normalidad, sin forzar, incluyendo el inglés dentro de sus espacios de ocio para que el interés surja. De igual forma que me siento a leer un cuento, a jugar al traga-bolas, a pintar, a cantar sus canciones favoritas...¡puedo hacerlo con el inglés!
La gran cantidad de material didáctico que nos encontramos en la red puede servirnos de herramienta. De hecho en la escuela de Violeta, al igual que en muchas academias de inglés para peques, se utiliza el canal de Youtube “chu- chu TV”. Este canal aporta a través de las canciones vocabulario, conocimientos y ampliación de conocimientos.
El método Doman (mostrar cartulinas o folios con la palabra acompañada de una imagen) se utiliza en muchas aulas y en vuestra propia casa se puede hacer con mucha facilidad. ¿Cómo? ¡Muy fácil! Poniendo la palabra en una hoja de tamaño A6 acompañada de una imagen.
Recuerdo que compré un puzzle en inglés cuando Violeta tenía tres años: “My first Word Match”. Consistía en hacer puzzles de unas cuatro a seis piezas y la palabra figuraba abajo en inglés. Así aprendió como unas veinte palabras. Con cuatro años, otro juego de la marca Diset, ”Basic english”, ayudó a seguir aprendiendo más inglés, a cuidar la atención a un audio, a ampliar vocabulario. También recuerdo perfectamente esta otra anécdota: cuando Violeta comenzó la escuela, el inglés era una de sus asignaturas. Contaba por entonces con tres años. Su tamaño era ideal para cogerla en brazos a la vuelta del colegio, entonces recordé que había empezado las clases ese día. Le dije: “Violeta, hoy hiciste inglés en clase, ¿qué tal?”. Se dio la vuelta y me miró, me saludó con la mano y dijo: “Hola, hello, how are you?”. Bueno era evidente que había aprovechado su día en el aula :)
La enseñanza de idiomas y el habla son varios de los temas que trabajamos en nuestras sesiones de orientación familiar. Si quieres saber más sobre nuestros servicios haz click en el siguiente botón:
Hay distintos aspectos que intervienen en un proceso de aprendizaje y la confianza en el niño es el eje fundamental. Si se mira al niño con desánimo, sin esperar una respuesta positiva, difícilmente podrá aprender ni inglés, ni su propia lengua. La base de este aprendizaje se sustenta en comenzar como un juego, desde la normalidad, sin forzar, incluyendo el inglés dentro de sus espacios de ocio para que el interés surja. De igual forma que me siento a leer un cuento, a jugar al traga-bolas, a pintar, a cantar sus canciones favoritas...¡puedo hacerlo con el inglés!
La gran cantidad de material didáctico que nos encontramos en la red puede servirnos de herramienta. De hecho en la escuela de Violeta, al igual que en muchas academias de inglés para peques, se utiliza el canal de Youtube “chu- chu TV”. Este canal aporta a través de las canciones vocabulario, conocimientos y ampliación de conocimientos.
El método Doman (mostrar cartulinas o folios con la palabra acompañada de una imagen) se utiliza en muchas aulas y en vuestra propia casa se puede hacer con mucha facilidad. ¿Cómo? ¡Muy fácil! Poniendo la palabra en una hoja de tamaño A6 acompañada de una imagen.
Recuerdo que compré un puzzle en inglés cuando Violeta tenía tres años: “My first Word Match”. Consistía en hacer puzzles de unas cuatro a seis piezas y la palabra figuraba abajo en inglés. Así aprendió como unas veinte palabras. Con cuatro años, otro juego de la marca Diset, ”Basic english”, ayudó a seguir aprendiendo más inglés, a cuidar la atención a un audio, a ampliar vocabulario. También recuerdo perfectamente esta otra anécdota: cuando Violeta comenzó la escuela, el inglés era una de sus asignaturas. Contaba por entonces con tres años. Su tamaño era ideal para cogerla en brazos a la vuelta del colegio, entonces recordé que había empezado las clases ese día. Le dije: “Violeta, hoy hiciste inglés en clase, ¿qué tal?”. Se dio la vuelta y me miró, me saludó con la mano y dijo: “Hola, hello, how are you?”. Bueno era evidente que había aprovechado su día en el aula :)
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