Nos conocíamos hace tiempo de vista. Y yo la verdad es que siempre tengo curiosidad por situaciones en las que me imagino aportando. Con ella quería hablar, conocerla, entenderla más de lo que pensaba hacían.
¡Y un día empezamos a trabajar, ahí estaba! Como un torbellino. Se sabía distinta a como se sabe ahora. Hoy es guapa, coqueta, más femenina, sabe que tiene unos ojazos verdes y una carita preciosa. Eres alta e inteligente, lo eres. Sí Paz me dice y me sonríe cómplice. Eres muy lista y molas mucho y lo tienes que demostrar a los demás, que vean todo lo que sabes...Sí Paz, me contesta.
Me ha aportado tanto, que no sabría ni por donde empezar a explicar. Yo decía y sostengo, que el síndrome de Down es una característica más de la persona como tener el pelo liso y los ojos verdes. Pues ahora digo lo mismo con el síndrome de Williams.
Ella me ha ayudado a seguir viendo. Veo a los niños. Oí,muy atenta, en entrevista a la familia relatar una serie de términos como delección cromosómica, hiperacusia...y qué se yo. Lo leí y busqué más información pero nada me llevaba a lo que necesitaba saber. Tenía que conocerla. Conocer lo que pasaba en su casa, lo que ella quería expresar, sus sentimientos...
Yo tenía aquí en la sala a una niña que "me hacía un poco la pascua"porque no me hacía mucho caso. Mas bien era una partida con las cartas ya dadas. Sabía su jugada, yo no sabía que ella también me había adjudicado la mía.
¡Y un día empezamos a trabajar, ahí estaba! Como un torbellino. Se sabía distinta a como se sabe ahora. Hoy es guapa, coqueta, más femenina, sabe que tiene unos ojazos verdes y una carita preciosa. Eres alta e inteligente, lo eres. Sí Paz me dice y me sonríe cómplice. Eres muy lista y molas mucho y lo tienes que demostrar a los demás, que vean todo lo que sabes...Sí Paz, me contesta.
Me ha aportado tanto, que no sabría ni por donde empezar a explicar. Yo decía y sostengo, que el síndrome de Down es una característica más de la persona como tener el pelo liso y los ojos verdes. Pues ahora digo lo mismo con el síndrome de Williams.
Ella me ha ayudado a seguir viendo. Veo a los niños. Oí,muy atenta, en entrevista a la familia relatar una serie de términos como delección cromosómica, hiperacusia...y qué se yo. Lo leí y busqué más información pero nada me llevaba a lo que necesitaba saber. Tenía que conocerla. Conocer lo que pasaba en su casa, lo que ella quería expresar, sus sentimientos...
Yo tenía aquí en la sala a una niña que "me hacía un poco la pascua"porque no me hacía mucho caso. Mas bien era una partida con las cartas ya dadas. Sabía su jugada, yo no sabía que ella también me había adjudicado la mía.
Ahora lee y escribe, y suma, y resta, y piensa y se equivoca y se deja corregir. Antes no. Ha sido un año en el que nos hemos ido quitando capas. Ella la del síndrome de Williams yo la del miedo a no saber hacer lo suficientemente bien como para darla oportunidades. Y creo que nos hemos encontrado, ya lo creo. Y seguimos dándonos porque ella sigue y sigue aprendiendo, madurando y yo, sigo dándome cuenta de que se puede y que da igual el nombre con el que vengan los pequeños.
Todos los prejuicios con los que los niños son vistos, se los creen. Oyen desde su corazón, desde toda su dermis que no pueden, que son así. Piden a gritos un camino, muy diferente al que les han creado. Tal vez ese es mi trabajo, saber que sí puede y mostrar ese camino por el que puede transcurrir. Es lento, puede ser, pero cuando es posible no hay horas que mermen el entusiasmo y el crecimiento de cualquier niño. Todos aprenden sólo tenemos que saber acercarnos a ellos. Y trabajar con la familia para romper esos estereotipos que les han creado con términos pero sin receta, porque aquí la receta es encontrar camino y brindar la oportunidad de intentarlo. Todos los días van cambiando, todos los días hay que estar atenta y saberla entender.
Eso sí, sin mi amiga Ani y mi amigo Manolo, mis dos gatos coterapeutas que son el regalo al final de cada sesión, yo no sería nadie. Ambos me ayudan a premiar los logros de los peques que vienen a encontrarse, aquí.
He aprendido trabajando con niños con diversas etiquetas como la trisomía 21, síndrome de Williams, Trastorno general del desarrollo, tdah...que les han trasmitido códigos erróneos, callejones sin salida. Sólo una ventana abierta llena de luz es lo que les da una nueva mirada de si mismos. Yo acompaño a quitar y llevarme conceptos como trastorno, discapacidad...y les doy un sí que puedes, vamos a probar juntos.
Si quieres probar nuestro trabajo, el de dos educadores sociales y terapeutas, hazlo cuanto antes. Verás cambios realmente.
Todos los prejuicios con los que los niños son vistos, se los creen. Oyen desde su corazón, desde toda su dermis que no pueden, que son así. Piden a gritos un camino, muy diferente al que les han creado. Tal vez ese es mi trabajo, saber que sí puede y mostrar ese camino por el que puede transcurrir. Es lento, puede ser, pero cuando es posible no hay horas que mermen el entusiasmo y el crecimiento de cualquier niño. Todos aprenden sólo tenemos que saber acercarnos a ellos. Y trabajar con la familia para romper esos estereotipos que les han creado con términos pero sin receta, porque aquí la receta es encontrar camino y brindar la oportunidad de intentarlo. Todos los días van cambiando, todos los días hay que estar atenta y saberla entender.
Eso sí, sin mi amiga Ani y mi amigo Manolo, mis dos gatos coterapeutas que son el regalo al final de cada sesión, yo no sería nadie. Ambos me ayudan a premiar los logros de los peques que vienen a encontrarse, aquí.
He aprendido trabajando con niños con diversas etiquetas como la trisomía 21, síndrome de Williams, Trastorno general del desarrollo, tdah...que les han trasmitido códigos erróneos, callejones sin salida. Sólo una ventana abierta llena de luz es lo que les da una nueva mirada de si mismos. Yo acompaño a quitar y llevarme conceptos como trastorno, discapacidad...y les doy un sí que puedes, vamos a probar juntos.
Si quieres probar nuestro trabajo, el de dos educadores sociales y terapeutas, hazlo cuanto antes. Verás cambios realmente.