
El síndrome de Down es una condición, una característica como tener los ojos verdes, no es una enfermedad. Los paradigmas médicos han versado hablando de los inconvenientes en su proceso tanto cognitivo como motor, pero lejos del fatalismo hay niños muy capaces, como cualquier otro.
Violeta, con sus seis años, nos ayuda a celebrar este 21 de Marzo, día del síndrome de Down, abriendo las puertas a la posibilidad. Violeta ha caminado con quince meses, fue sin pañal desde los dos años y lo pedía con dieciocho meses. Con tres años y medio deja el pañal nocturno pues se levanta sola al baño y a beber agua.
Con dos conocía y distinguía entre distintas plantas: adelfas, rosal, pruno, pino o mimosa. Con esa edad aprendió las marcas de los coches, e igualmente, con las matrículas los números y letras. Con tres aprendió expresiones en inglés, colores y animales. Con cuatro sabía la fecha de su cumpleaños, la calle y número donde vivía. Empezó a leer antes de los tres años. Está matriculada en un colegio ordinario, como cualquier niño de desarrollo típico, en la clase que le corresponde a su edad. Y además participa de actividades deportivas y musicales ordinarias.
Violeta aportó en el estudio de Doctorado de la Universidad Autónoma de Madrid en el departamento Interfacultativo de psicología y educación llamado “Primeros usos simbólicos de niños con síndrome de Down en contextos de interacción triádica: un estudio longitudinal entre los 12 y 21 meses de edad” por la Doctora Karina Cárdenas Conejeros. Los resultados que arroja este Doctorado dan luz a que la niña consigue mejores resultados desde los doce meses comparado con otro estudio de doctorado con niños de desarrollo típico.
En el año 2015 ha sido modelo en el Hospital Universitario Gregorio Marañón por su capacidad de habla y comprensión. También son expuestos los vídeos de Violeta sobre experimentos de psicología evolutiva para las clases de Didáctica de las matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. Su evolución en la comprensión de contextos de Piaget son iguales y superiores a niños de su edad de desarrollo típico.
Desde que nació nos dimos cuenta de que el planteamiento de médicos, fisioterapeutas o estimuladores está obsoleto y es estigmatizante. No les permite ser vistos desde la capacidad que tienen. Por ello, decidimos crear la Asociación Luz en la Finestra, y ya atendemos incluso en el extranjero asesorando a profesionales y familias. Con la asociación tratamos a familias de niños y a niños con síndrome de Down. Les damos un carácter totalmente individualizado, información actual y el ejemplo claro, de que Sí se puede. Vemos cómo es cada familia, qué creencias tienen o le han hecho creer sobre su hijo.
La Programación Neurolingüistica afirma que la transmisión verbal crea actitudes, y muchas veces modificamos desde ahí, donde las familias incurren teniendo ideas erróneas que trasladan a sus hijos. Hacemos estimulación individual también de los pequeños, implicando directamente a la familia, que son el eje fundamental, para que cualquier niño crezca seguro, con la autoestima suficiente para abordar las situaciones cotidianas de la vida. La plasticidad del cerebro, el desarrollo motor, las pautas educativas para corregir conductas o mejorarlas, la alimentación, la estimulación del habla…etc., abarcamos cada circunstancia que presenta la familia.
Violeta, con sus seis años, nos ayuda a celebrar este 21 de Marzo, día del síndrome de Down, abriendo las puertas a la posibilidad. Violeta ha caminado con quince meses, fue sin pañal desde los dos años y lo pedía con dieciocho meses. Con tres años y medio deja el pañal nocturno pues se levanta sola al baño y a beber agua.
Con dos conocía y distinguía entre distintas plantas: adelfas, rosal, pruno, pino o mimosa. Con esa edad aprendió las marcas de los coches, e igualmente, con las matrículas los números y letras. Con tres aprendió expresiones en inglés, colores y animales. Con cuatro sabía la fecha de su cumpleaños, la calle y número donde vivía. Empezó a leer antes de los tres años. Está matriculada en un colegio ordinario, como cualquier niño de desarrollo típico, en la clase que le corresponde a su edad. Y además participa de actividades deportivas y musicales ordinarias.
Violeta aportó en el estudio de Doctorado de la Universidad Autónoma de Madrid en el departamento Interfacultativo de psicología y educación llamado “Primeros usos simbólicos de niños con síndrome de Down en contextos de interacción triádica: un estudio longitudinal entre los 12 y 21 meses de edad” por la Doctora Karina Cárdenas Conejeros. Los resultados que arroja este Doctorado dan luz a que la niña consigue mejores resultados desde los doce meses comparado con otro estudio de doctorado con niños de desarrollo típico.
En el año 2015 ha sido modelo en el Hospital Universitario Gregorio Marañón por su capacidad de habla y comprensión. También son expuestos los vídeos de Violeta sobre experimentos de psicología evolutiva para las clases de Didáctica de las matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. Su evolución en la comprensión de contextos de Piaget son iguales y superiores a niños de su edad de desarrollo típico.
Desde que nació nos dimos cuenta de que el planteamiento de médicos, fisioterapeutas o estimuladores está obsoleto y es estigmatizante. No les permite ser vistos desde la capacidad que tienen. Por ello, decidimos crear la Asociación Luz en la Finestra, y ya atendemos incluso en el extranjero asesorando a profesionales y familias. Con la asociación tratamos a familias de niños y a niños con síndrome de Down. Les damos un carácter totalmente individualizado, información actual y el ejemplo claro, de que Sí se puede. Vemos cómo es cada familia, qué creencias tienen o le han hecho creer sobre su hijo.
La Programación Neurolingüistica afirma que la transmisión verbal crea actitudes, y muchas veces modificamos desde ahí, donde las familias incurren teniendo ideas erróneas que trasladan a sus hijos. Hacemos estimulación individual también de los pequeños, implicando directamente a la familia, que son el eje fundamental, para que cualquier niño crezca seguro, con la autoestima suficiente para abordar las situaciones cotidianas de la vida. La plasticidad del cerebro, el desarrollo motor, las pautas educativas para corregir conductas o mejorarlas, la alimentación, la estimulación del habla…etc., abarcamos cada circunstancia que presenta la familia.
¡Sí se puede, son capaces! Tener diversidad funcional es una oportunidad para aprender a construir una sociedad más justa.
Paz Rodríguez del Rincón - Asociación “Luz en la finestra”
(Este texto fue escrito y publicado originalmente en el número de Marzo de la revista de la cooperativa Covibar. La revista original puede descargarse directamente a desde su página web).
Paz Rodríguez del Rincón - Asociación “Luz en la finestra”
(Este texto fue escrito y publicado originalmente en el número de Marzo de la revista de la cooperativa Covibar. La revista original puede descargarse directamente a desde su página web).